Celos
Sufrir celos de forma moderada es
una respuesta emocional normal pero, sentirlos de manera
exagerada y descontrolada lo convierten en algo patológico. Esto
es señal de que a nivel psicológico hay algo que no va bien.
Pero, ¿sabemos por qué sentimos celos?, ¿qué podemos hacer para
superarlos?.
1. ¿Qué son los
celos?
2. ¿Por qué somos
celosos?
3. Cómo controlar
los celos
1. ¿Qué son los
celos?
Los celos son un sentimiento de
temor a perder a la persona amada.
Los celos, de forma controlada y en pequeñas dosis, pueden
ayudarnos a potenciar la relación pero, cuando los celos son
enfermizos nublan la razón de quien los padece.
Sus sospechas se basan, la mayoría de las veces, en hechos
infundados y, el constante temor a ser abandonados les lleva a
ejercer un continuo temor sobre la pareja.
Aunque conviene saber que cuanto más seguros nos sentimos de
nuestra pareja y de nuestra relación con ella menos intensos y
duraderos son.
2. ¿Por qué somos
celosos?
1. Falta de confianza en
uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten
merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a desconfiar
de la sinceridad y cariño del otro.
Siempre están pensando en que en cualquier momento su pareja
puede conocer a alguien mas atractivo y tienen miedo a que
descubra lo poco que vale en realidad.
2. Experiencias familiares:
Es probable que una persona que haya presenciado escenas de
celos en sus padres tenga más predisposición a ser celoso que
otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.
3. Experiencias vividas:
las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en
quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen
una personalidad celosa.
4. Trastornos psicológicos:
las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen
una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás y por
consiguiente a desarrollar una celotipia. |
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3. Cómo controlar
los celos
1. Evita pensamientos
destructivos que hacen que el problema de los celos se agrave e
intenta sustituirlos por otros de seguridad y confianza que
ayuden a frenarlos.
Esfuérzate en ser objetivo y aprende a diferenciar lo que son
hechos reales de lo que puede estar manipulando tu imaginación.
Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema
e intentar hacer algo al respecto.
2. Procura ser más
tolerante y dejarle su espacio a tu pareja: evita ese impulso
irrefrenable que te lleva a estar en todo momento controlando y
preguntándole sobre lo que hace y con quien.
De esta forma lo único que vas a conseguir es que se sienta cada
vez más agobiada y atosigada.
3. Comenta lo que te ocurre a algún amigo de confianza y
pídele consejo. No olvides que ocultar el sufrimiento y negarlo
hace que se potencie cada vez más.
Los consejos y puntos de vista de otras personas ayudan a
analizar lo que nos ocurre de forma objetiva y a encontrar
soluciones que tal vez no se nos habían ocurrido.
4. Reflexiona sobre lo que
te ocurre e intenta aclarar tus ideas. Esto te ayudará a exponer
tus sentimientos con sinceridad, a descubrir tus miedos,
necesidades, etc.
Y una vez detectado el problema procura poner todos los medios a
tu alcance para solucionarlos.
5. Evita utilizar amenazas,
habla claramente de lo que te ocurre, no te ciegues con la rabia
e intenta buscar soluciones al problema.
6. Evita culpabilizar a
alguien de lo que te ocurre. Procura ser responsable de lo que
sientes y no olvides que tus actos dependen de ti, y eres la
única persona que puede cambiar tu conducta ante lo que estas
sintiendo.
7. Evita ser trágico a la
hora de asumir los celos: esfuérzate en apreciarlos como síntoma
de amor verdadero y prevenirlos cuando se descontrolan y vuelven
dañinos.
Sin embargo, si aprendemos a controlar estos impulsos, los celos
nos pueden ayudar a apreciar y valorar a la persona que tenemos
al lado y a cuidar el amor del otro sin darlo siempre por
supuesto.
En algunos casos, cuando los celos son muy frecuentes, intensos
y duraderos y surgen sin ningún motivo, se vuelven patológicos.
Esto produce un sufrimiento intenso en quien los sufre, y en
muchas ocasiones se aconseja acudir a un profesional
especializado en terapia de pareja.
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